jueves, 1 de agosto de 2013

Ocas, Gansos o monstruos


No sé si estos animalitos son ocas o gansos. Da igual, pero lo que me parecía un animalito entrañable, acabó causandome terror. Estaba tranquilamente sentada tomando mi desayuno en la terraza de un bar de gasolinera, cuando apareció una manada de estas aves, junto con alguna gallina y una pareja de pavos reales, por lo que se ve domiciliados allí y acostumbrados a campear entre las mesas de la terraza.  Al mí me hizo mucha gracia la imagen y hasta me pareció un puntito entrañable debido a lo que me gustan todo tipo de bichos.
La manada iba encabezada por el que yo pienso debía ser el líder, por lo grande, gordo y seguro de sí mismo que parecía. Él, delante con la cabeza muy alta y el resto de sus congéneres siguiéndole el paso. Primero se pasearon por el césped y a continuación se metieron entre las mesas, de las cuales sólo dos estaban ocupadas; una de ellas por mí. De repente el gordo se dirige hacia mí, y se para casi a un metro de distancia clavandome su mirada, je je ¡que mono, cómo se ha arrimado!. Siiii, moooono. Da dos pasos más y empiezo  a preguntarme que quiere...Todo esto muy digno él, con la cabeza muy alta y manteniendome la mirada sin pestañear (si, ya sé, no pestañean)  Otro pasito y comienzo a sentirme intimidada ¡no deja de mirarme!! A estas alturas ya me he dado cuenta de que lo que quiere es la tostada que me estoy zampando. ¡me niego! Y se arrima otro poquito esta vez abre su boca, perdón: su pico y le veo unos dientecitos enormes como sierras.



Fue justo en ese momento cuando dejé de verlo como un lindo patito y se convirtió en un monstruo consiguiendo que saltara de la silla, soltase el trozo de pan que tenía en la mano y se lo llevara él...
  



Cuando acabo con la presa que me quitó, se dirigió a otra mesa (esta vez vacía) y con gran maña y dándole vueltitas al plato con ese pico serrudo cogió los restos que había y los  engulló

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